Imagínate cuántos árboles se cortan cada año para imprimir todos estos libros nuevos y brillantes. Hoy en día, tenemos muchas maneras de seguir leyendo sin todo este desperdicio de papel.
Ofrece tus libros viejos a amigos y familiares para que ellos también puedan disfrutar de la lectura, donarlos a organizaciones benéficas o venderlos.
Cuando compres un libro, prueba uno de segunda mano o pide prestado en tu biblioteca local.
Por último, trata de cambiar a los libros electrónicos y salva a los árboles leyendo en tu pantalla. ¡Fácil!