Al decir NO a los volantes, folletos, prospectos y artículos gratuitos que se distribuyen en la calle, se puede convencer a las empresas de que estas campañas publicitarias ya no son efectivas.
De esta manera, podrían decidir cambiar a estrategias de marketing más limpias, produciendo menos residuos. Después de todo, todos sabemos que las cosas gratis que se dan en la calle siempre terminan en la basura! ¡Fácil!