La comida rápida tiene un impacto terrible en el medio ambiente.
La comida rápida se trata de embalajes y cubiertos desechables. Desde las envolturas y las pajitas hasta las cajas y las bolsas, el embalaje está en todas partes. Las cajas de espuma de poliestireno tardan 900 años en descomponerse en los vertederos!
La comida rápida fomenta la producción intensiva de carne. La calidad no suele ser una prioridad y se trata de la productividad. Esta ganadería industrial es altamente contaminante y no sostenible.
Todas estas comidas preparadas necesitan camiones de transporte y distribución que entreguen los ingredientes que no se producen localmente y que contribuyen al cambio climático.
Nuestro consejo: ¡evita la comida rápida! Tómate tu tiempo, come en casa o en restaurantes locales, con platos y cubiertos de verdad, y con ingredientes de origen local.
¡Fácil!