La calidad del aire en Europa ha mejorado desde que comenzó la cuarentena.

Los datos del Real Instituto Meteorológico de los Países Bajos (KNMI), utilizando el satélite Copernicus Sentinel-5P monitoriza una serie de gases atmosféricos, incluyendo el NO2 (Dióxido de Nitrógeno).

Estos mapas comparan la concentración de NO2 en España, Portugal e Italia entre marzo de 2019 y marzo de 2020. La misma tendencia se ha observado en Francia y China.

Por supuesto, estas tendencias sólo se deben a las medidas excepcionales tomadas para frenar la propagación del Coronavirus, que viene con grandes pérdidas humanas.

Cuando la crisis termine, ¿las economías mundiales van a sobrecompensar la pérdida de actividad contaminando de nuevo (tal vez incluso más)?

Lo que el mundo necesita son fuertes reformas estructurales, medidas a largo plazo para reducir las emisiones de carbono de manera sostenible.

Para detener la crisis climática, debemos planificar con antelación, no sólo reaccionar.

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