Y la ganadora a la leche más sostenible es… ¡la leche de avena! 🥛

La leche de vaca es la que tiene la mayor huella, y todas las opciones basadas en plantas son mejores para el planeta.

Un estudio de la Universidad de Oxford mostró que producir un vaso de leche resulta en casi 3 veces más gases de efecto invernadero que todas las opciones basadas en plantas.

¿Qué pasa con las otras leches de origen vegetal?

La leche de coco puede sonar exótica y sabrosa, pero puede ser difícil en el planeta. Las palmeras de coco sólo crecen en el clima tropical, y la enorme demanda está impulsando la deforestación, así como las malas condiciones de trabajo.

La leche de almendra requiere más agua que cualquier otra opción basada en plantas. Para producir un vaso de leche de almendra, necesitamos 130 pintas de agua.

La leche de arroz también necesita mucha agua, y produce grandes emisiones de efecto invernadero, debido al metano que produce el arroz y a las grandes cantidades de fertilizantes utilizados. Además, la leche de arroz es menos nutritiva que otras opciones.

La avellana está creciendo como una buena alternativa, porque es nutritiva y sabrosa. Los avellanos crecen en climas húmedos, donde el agua está más disponible.

La leche de soja también es una buena alternativa, porque es sostenible y contiene proteínas, casi tanto como los lácteos. Sin embargo, la soja se cultiva a menudo en la selva tropical del Amazonas, y puede impulsar la deforestación porque se produce masivamente para alimentar al ganado.

La ganadora: leche de avena. La avena se cultiva en climas más frescos como los EE.UU. o Canadá, y no impulsa la deforestación en los países en desarrollo. No requieren grandes cantidades de agua para crecer.

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